Un hombre que gozaba de ese beneficio después de ser sentenciado por una causa de drogas, salió del domicilio y fue en busca de una mujer a la que le dio una golpiza y le hizo perder dos dientes. La intervención de la fiscalía de Miramar hizo que la Justicia de Garantías modificara la medida y deba cumplir su pena en la cárcel de Batán.
MIRAMAR (Corresponsal)- Un hombre de 39 años que permanecía bajo arresto domiciliario en Miramar por una causa relacionada a la comercialización de drogas, incumplió ese beneficio y se dirigió al domicilio de su ex pareja para golpearla salvajemente.
A raíz de la denuncia presentada por la víctima, tomó intervención la fiscal local Florencia Salas y por orden del Juzgado de Garantías Nº 1 a cargo de Alejandro De Marco, se revocó la medida y el sujeto deberá continuar purgando la pena -sumándose ahora una nueva imputación por Violencia de Género- en la Unidad Penitenciaria Nº 44 de Batán.
Según se informaron fuentes judiciales a LA CAPITAL, “actualmente están ocurriendo casos similares de estas características, en pocos días tuvimos dos y logramos una rápida respuesta de la Justicia para modificar las sentencias”.
El hombre estaba detenido en su domicilio del barrio Los Pinos de Miramar por el delito de “Tenencia ilegítima de estupefacientes” y en diciembre de 2019 se le había dictado la prisión preventiva, la cual fue morigerada en marzo de este año bajo la modalidad de arresto domiciliario.
Todo cambió a partir del 21 de junio pasado cuando se inició una causa por Violencia de Género, donde su ex pareja domiciliada en una casa del barrio Aeroparque se presentó ante la fiscalía y la Comisaría de la Mujer para denunciar que el imputado, “la había tomado del cuello y golpeado, causándole varias lesiones, entre ellas, la pérdida de dos dientes”.
Al día siguiente, la víctima concurrió en compañía de un familiar al hospital municipal “Marino Cassano” donde fue asistida por profesionales de salud que constataron las heridas.
Esto fue suficiente para que la fiscalía solicitara el cese de la prisión domiciliaria y luego la Justicia de Garantías determinó el traslado del agresor a la cárcel donde deberá permanecer detenido.